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  1. Galletas de gengibre

    noviembre 15, 2018 by teaus

    Aprovechando que no queda mucho para la Navidad, hoy os traigo esta receta de galletas de gengibre ideales para estas fiestas. 

     


  2. Cupcakes de oreo

    noviembre 15, 2018 by teaus

    Esta es mi receta favorita de cupcakes. La he hecho muchísimas veces para amigos, familiares, cumpleaños, para llevar al trabajo, etc. He decidido compartirla con vosotros para que podáis disfrutar de estos deliciosos cupcakes tanto como yo. He tomado la receta de la página «dulcesentimiento» podéis encontrarla en el siguiente enlace: https://tinyurl.com/ybxrjadb

    RECETA CUPCAKES DE OREO

    Ingredientes:

    (para el bizcocho de 12 cupcakes)

    • 2 huevos M
    • 100 g de azúcar
    • 120 g de harina
    • 100 g de mantequilla sin sal
    • 2 cucharadas de cacao en polvo 
    • 4 cucharaditas de levadura química
    • 1 cucharadita de extracto de vainilla
    • 120 ml de «buttermilk»
    • 12 galletas Oreo ralladas

    Preparación:

    1. Bate la mantequilla reblandecida a temperatura ambiente junto con el azúcar.
    2. A continuación, añade las yemas de huevo una a una, reservando las claras para más adelante. También añade ahora la esencia de vainilla.
    3. En un recipiente aparte mezcla la harina, el cacao y la levadura. A continuación, añádelo a la masa tamizando todo junto muy bien. Vuelve a batir y asegúrate de que todo está bien integrado e incorpora ahora las oreo ralladas.
    4. Es el turno del «buttermilk» (La receta para hacer «buttermilk» casero te la dejo aquí debajo.) Bate despacio, y poco a poco, ve incorporando el «buttermilk» a la mezcla.
    5. Por último, añade las claras, las cuales habremos montado a punto de nieve. Hazlo con movimientos suaves y envolventes, asegurándote de que no se bajen.
    6. Reparte la masa en las cápsulas y hornea a 180º durante 20 minutos aproximadamente. Pasado el tiempo, saca del horno los cupcakes y déjalos templar en la bandeja 5 minutos antes de traspasarlos a una rejilla para que se terminen de enfriar.

    «Buttermilk»:

    • 120 ml. de leche desnatada o semidesnatada
    • 1 cucharada de zumo de limón o vinagre

    Echa el zumo de limón o vinagre a la leche. Revuelve  y déjala reposar durante 10 o 15 minutos a temperatura ambiente.
    Supuestamente tendrá la apariencia de leche cortada o yogur muy líquido.

    Ingredientes «buttercream»:

    • 150 g de mantequilla sin sal
    • 100 g de queso tipo philadelphia
    • 300 g de azúcar glas
    • 12 galletas oreo
    • 1 cucharadita de vainilla 

    Preparación:

    Para preparar el «buttercream» bate a velocidad baja la mantequilla reblandecida a temperatura ambiente con el azúcar glas, el cual habremos tamizado previamente. Añade el queso a una velocidad algo más elevada y la esencia de vainilla y ,por último, añade las oreo ralladas.

    Trucos y consejos:

    • El «buttermilk» es un punto fundamental para que esta receta salga así de jugosa, pues la mezcla de la mantequilla, el chocolate y las oreo hacen que sea un bizcocho algo pesado. ¡Pero ojo! no te pases con las cantidades, pues entonces la masa será demasiado líquida, el tiempo de horneado será diferente, costará más que se haga, el bizcocho no quedará tan firme, etc. 
    • Las claras a punto de nieve también son otro punto clave. Móntalas muy bien, que queden bien firmes, para asegurarnos de que al incorporarlas no se bajan nada y le aporten a la masa esa esponjosidad extra.
    • Las cantidades de oreo son aproximativas, a gusto del consumidor. No es necesario poner justo 12.
    • Las oreo que ralles para el bizcocho no tienen por qué quedar perfectas. Se te puede colar algún trocito de galleta. Pero las oreo para el «buttercream» tienes que tamizarlas bien, asegurándote de eliminar hasta el más mínimo trocito, pues luego corres el riesgo de obstruir tu boquilla.

     


  3. Tarta de queso japonesa

    noviembre 15, 2018 by teaus

    Hoy os traigo la receta de una de mis tartas preferidas. Os vais a sorprender por su esponjosidad y ligereza. Es una idea genial para meriendas, se puede acompañar con té de jazmín para disfrutar al máximo de este sabroso pastel.

    La receta la he extraído de la página de «Corazón de caramelo» y la podéis consultar en el siguiente enlace: http://www.corazondecaramelo.es/2015/09/09/tarta-de-queso-japonesa/ 

    RECETA TARTA DE QUESO JAPONESA

    INGREDIENTES:

    • 250 gr. de queso Mascarpone
    • 250 gr. de queso Philadelphia
    • 150 gr. de azúcar
    • 6 huevos
    • 100 ml. de leche
    • 60 gr. de mantequilla
    • 70 gr. de harina
    • 25 gr. de maizena
    • 1/2 cucharadita de cremor tártaro
    • La ralladura de un limón
    • 1/4 de cucharadita de sal

     

    ELABORACIÓN:

    1. Precalentamos el horno a 160ºC. e introducimos dentro un recipiente con agua en el que podamos meter posteriormente el molde con la masa de la tarta para que se cocine al baño maría.
    2. Engrasamos un molde redondo o cuadrado y reservamos.
    3. Tamizamos juntos la harina, la maizena y la sal y reservamos también.
    4. En un cazo ponemos juntos los dos tipos de queso, la leche, la mantequilla y el azúcar. Lo ponemos en el fuego medio y no pararemos de remover hasta obtener una crema lisa. Retiramos del fuego y reservamos.
    5. Separamos las claras de las yemas y añadimos éstas últimas a la mezcla anterior y con ayuda de unas varillas removemos bien hasta conseguir que todos los ingredientes se integren perfectamente.
    6. Añadimos ahora los ingredientes secos, es decir la mezcla de harina, maizena y sal y con unas varillas lo incorporamos poco a poco a la mezcla anterior. Reservamos.
    7. Montamos las claras a punto de nieve, junto con el cremor tártaro y cuando estén bien firmes, se las añadimos a la mezcla que tenemos reservada. Nos ayudaremos de una cuchara o espátula para ayudar a que se integren bien las claras, con movimientos envolventes y muy suavemente, para evitar que las claras se nos bajen.
    8. Vertemos la mezcla en el molde y lo introducimos dentro del recipiente que teníamos con agua en el horno, durante 1 hora más o menos ó hasta que observemos que la superficie esté bien dorada. Apagamos el horno, abrimos un poco la puerta y dejamos que la tarta se haga en su interior durante 5 minutos más.
    9. Sacamos la tarta del horno  y dejamos que se enfríe completamente antes de proceder a desmoldarla.
    10. Cuando la hayamos desmoldado, espolvorearemos toda la superficie con un poco de azúcar glass.

     

    ALGUNAS ACLARACIONES:

    • Es preferible utilizar un molde no desmoldable, para evitar que entre el agua mientras se está cocinando al baño maría, pero si la vas a hacer en un molde desmoldable (como en mi caso), no tienes más que forrar el molde por fuera con papel de aluminio e introducirlo así en el recipiente con agua.
    • Si te llega a sobrar algo de tarta, guárdala en la nevera en un recipiente con tapa.
    • Está deliciosa cuando ha terminado de enfriarse por completo y a temperatura ambiente, pero no tengo palabras para describir lo maravilloso que es comer un trocito de esta tarta al día siguiente de haberla hecho, recién sacada de la nevera.

     


  4. Cupcakes

    noviembre 15, 2018 by teaus

    En los últimos años, estos pequeños pastelitos han sido la estrella de muchos eventos. Por este motivo, iré subiendo diversas recetas de cupcakes en el blog. ¡Habrá para todos los gustos!


  5. Baklavá

    noviembre 14, 2018 by teaus

    El baklavá  (también escrito como baklawa o baclava) es un postre de origen turco, y que se prepara habitualmente en Oriente Medio, notándose su marcado carácter árabe, ya que los frutos secos y la miel son los reyes de ese tipo de postres. Tuve el enorme placer de probarlo en Grecia, donde suelen prepararlo de forma tradicional y les queda buenísimo.

    Aprende a preparar este dulce, que además de ser muy fácil de elaborar (aunque requiere de cierta paciencia), verás que te cunde mucho porque el baklavá se sirve en pequeñas raciones, ya que su carga de sabor y azúcar es bastante potente.

    He extraído la receta de la página de » Recetas de… ¡escándalo!». Se puede consultar en el siguiente enlace: https://tinyurl.com/y93zojyh 

     

     

    RECETA BAKLAVÁ

    INGREDIENTES:

    •  250 gr de pistachos sin cáscara y pelados. Si no los encuentras así, es posible que tengas que comprarlos con cáscara, y después pelarlos en casa. En ese caso, compra unos 300 gr de pistachos con cáscara.
    • 250 gr de nueces.
    • 400 gr de masa filo.
    • 250 gr de azúcar (100 gr para mezclar junto con los pistachos y las nueces, y 150 gr para el almíbar).
    • 250 ml de agua.
    • 250 gr de miel.
    • 4 cucharadas soperas de agua de azahar.
    • 1 cucharadita de clavo molido.
    • 2 cucharaditas de canela molida.
    • 200 gr de mantequilla.
    • Zumo de un limón.

     

    ELABORACIÓN:

    1. Ármate de paciencia si tus pistachos no están perfectamente pelados ¡y al lío! Quítales la cáscara y también elimina lo que puedas de la piel interna oscura, la idea es que queden lo más verdes posible. Si la piel te cuesta sacarla, puedes cocerlos un par de minutos en agua hirviendo, déjalos enfriar y te resultará más fácil.
    2. Trocea ligeramente los pistachos y las nueces, con ayuda de un cuchillo, para que los trozos queden pequeñitos pero no en polvo. Aún así, como quedará en el fondo un poquito de polvo, resérvalo para la decoración final.
    3. En un bol, mezcla los pistachos, las nueces, los 100 gr de azúcar, las 2 cucharaditas de canela molida y el clavo molido. Mezcla bien.
    4. Ahora toca montar el baklavá. Para ello, utiliza una bandeja de horno de 30×40. La medida viene dada por el tamaño de las láminas de pasta filo, que suelen medir el doble, y partidas por la mitad quedan perfectas en una bandeja así. De todas formas, si tu pasta filo no es de esa medida o cuentas con otro tipo de bandeja, procura que puedas poner capas de pasta filo lo más ajustadas posible, aunque si hay mucho excedente siempre puedes cortar la pasta y reservar esos trocitos para otras preparaciones. Además, si quieres evitar todo lo posible que se pegue tu baklavá, puedes forrar la bandeja con papel de horno.
    5. Pon la mantequilla en un vaso o bol, introdúcela 3o segundos en el microondas o hasta que se derrita, y pinta el fondo de la bandeja de horno. A continuación, pon la primera capa de pasta filo, y vuelve a pintar por encima con mantequilla. Repite la operación con un tercio de la pasta, poniendo nuevas capas de pasta filo y pintándolas con mantequilla.
    6. Espolvorea por encima la mitad de la mezcla de frutos secos, repártela bien por toda la superficie y pon otra capa de pasta filo y pincela con mantequilla, hasta terminar el segundo tercio de pasta. Añade la otra capa de frutos secos, y termina con el resto de la pasta pintada con mantequilla. Si te ha sobrado mantequilla, échala por encima de la última capa.
    7. Si te han quedado bordes con exceso de pasta filo, recórtala y resérvala para otras preparaciones.
    8. Precalienta el horno durante 10 minutos a 180ºC.
    9. Corta el baklavá en cuadraditos o las formas que más te gusten antes de introducir en el horno, ya que si lo haces después, la pasta filo se quebrará con facilidad.
    10. Introduce en el horno durante 20 minutos, sin dejar que se dore en exceso. Si sigue muy blanca la pasta filo, déjalo en el horno unos minutos más, pero vigila bien que no se pase.
    11. Mientras el baklavá está en el horno, preparamos el almíbar. En un cazo, añade el agua y los 150 gr de azúcar, y ponlo a fuego medio, removiendo para que se disuelva el azúcar. Añade la miel y deja que hierva y la mezcla se haga ligeramente densa. Retira del fuego y añade el zumo de limón y el agua de azahar. Deja que se enfríe un poco pero no del todo, porque se endurecería.
    12. Cuando el baklavá esté listo, sácalo del horno y riega por encima con el almíbar, que quede bien impregnado.
    13. Deja enfriar y corta los cuadrados de nuevo (se habrán unido ligeramente con el almíbar).
    14. Pon en una bandejita los cuadrados separados de baklavá, y espolvorea por encima con el polvo de frutos secos que habíamos reservado.

     

    CONSEJOS:

    Intenta que el almíbar no se enfríe demasiado ni quede demasiado denso antes de echarlo encima del baklavá. Si ha sido así, puedes añadir un poco más de agua y volverlo a calentar.

    Cuando estés trabajando con la pasta filo, recuerda poner un paño de cocina encima de las láminas que no estés usando, ya que se secan y rompen con facilidad.